septiembre 17, 2010

#14... o "El proyecto de Pau", el proyecto de todos.

Esta noche he visto en la Sexta "El proyecto de Pau", un documental que dicha cadena, junto con UNICEF, la fundación "Nelson Mandela" y Pau Gasol han grabado en Etiopía.

Como jugadora de baloncesto, he de decir que admiraba a Gasol como deportista, pero, ahora, le admiro también como persona. Lo tiene todo en esta vida y aún así se preocupa por hacer la de los demás más digna.
Además, Pau ha grabado una canción llamada "Get it together" cuyos beneficios irán íntegramente destinados a su proyecto con UNICEF.

Volviendo al documental, me sorprendieron algunos de los datos que se dieron.
Tenía información de este país, pero nunca pensé que la situación era tan grave; por ejemplo, el 40% de la población vive con menos de un euro al día y los casos de malnutrición en niños se cuentan por miles.

"El proyecto de Pau" consiste en la creación de escuelas para los niños etíopes, así como la donación de sillas de ruedas especiales para aquellas personas con algún tipo de discapacidad, la erradicación de la malnutrición en niños y el propósito de conseguir que todos los habitantes de este país situado en el cuerno de África puedan mantenerse y subsistir por sí mismos.

Un caso que me llamó especialmente la atención, fue el de un niño discapacitado que no podía ir a la escuela porque no tenía medios para hacerlo. Su abuela, encargada de cuidarlo, tenía que llevarlo en brazos cada vez que deseaba ir a algún sitio.
UNICEF y Pau Gasol le proporcionaron una silla de ruedas y, según palabras de su abuela, desde ese momento comenzó a obedecerla, a estudiar más y por supuesto, a ir a la escuela.

El anhelo de los niños etíopes, como el de la mayoría de los africanos, es tener acceso a una educación adecuada. Para las niñas, además, el acceder a la escuela significa el labrarse un futuro y conseguir la igualdad respecto a los hombres.


Contrasta esto con la situación de los niños y adolescentes de, por ejemplo, España, a la cabeza de jóvenes “ociosos” de Europa que harían cualquier cosa por no tener que estudiar o ir a la escuela.

Somos así; lo tenemos todo, pero nos quejamos; nos quejamos por madrugar, nos quejamos por estar seis horas recibiendo una educación digna, los que trabajan se quejan del sueldo que reciben, nos quejamos porque no nos gusta la verdura… Nos quejamos por vicio.


Sin embargo, en Etiopía, los niños tienen que caminar dos o tres horas para llegar a una escuela en la que, por supuesto, no hay los medios adecuados para una enseñanza adecuada. En Etiopía, un niño de siete años trabaja durante más de ocho horas al día recibiendo a cambio 30 céntimos de Euro a modo de sueldo. En Etiopía, cientos de niños sufren mal o desnutrición porque pasan días y días sin tener qué llevarse a la boca…
Y no se quejan. Darían lo que fuese por tener una escuela a donde ir, un trabajo y un sueldo digno, un plato de verduras que comer. Pero no se quejan.
Como contaba Gasol, siempre tienen un motivo para bailar y sonreír, siempre. Bien sea para olvidarse de los problemas o bien para mostrar a sus hijos, hermanos y amigos un poco de optimismo.

Por eso creo que el primer paso que debemos dar al otro lado del Estrecho, es dejar de quejarnos por nuestros privilegios, por nuestro instituto o colegio, trabajo, sueldo, comida… Y ponernos en el lugar de esos 100 millones de niños del mundo que no tienen posibilidad de ir a la escuela.
Tras eso, deberíamos plantearnos hacer algo y ayudarlos; embarcarnos, dentro de nuestras posibilidades, en proyectos como el de Pau. Tratar de erradicar la pobreza, la desnutrición, la desigualdad. Cada uno aportando su granito de arena, sin excepción: jóvenes y adultos, mujeres y hombres… Todos podemos hacer algo.

Si cada uno de nosotros pone un grano de arena, podemos crear un desierto.


Páginas Web de interés:

- http://www.unicef.es/

- http://www.unicef.org/spanish/

- http://www.lasexta.com/elproyectodepau/lasexta

septiembre 09, 2010

#13… o cómo saber qué es lo mejor para tu futuro.

El verano se acaba y con la llegada de Septiembre comienza mi último curso en el instituto, (si todo va bien, claro). Empiezo 2º de Bachiller y se supone que debería tener claro mi futuro. Pero no lo tengo.

Cuando era pequeña admiraba a esos señores y señoras que salían por la televisión cuando yo llegaba del colegio y estaban enterados de todo lo que pasaba en el mundo. Me parecía increíble la cantidad de cosas que decían de memoria, sin tener que mirar el libro ni pensar demasiado, no como me pasaba a mí cuando me preguntaban la lección.

Después crecí y me di cuenta de que no lo sabían todo, si no que lo leían en una pantallita. Pero aún así, les admiraba. Me asombraron y decidí que quería ser como ellos.

Cuando llegué al instituto me di cuenta de que se me daban bien los idiomas, así que dejé de fijarme tanto en los señores que daban las noticias (aunque comencé a escribir en el periódico del Instituto) y me fijé en la gente que hacía de traductora. Mientras un señor hablaba en un idioma, una persona lo traducía simultáneamente a otro. Me asombró y decidí que lo que de verdad quería era ser como ellos.

Más tarde, me informé y descubrí lo difícil que era esa profesión. Así que, el año pasado, decidí ir a lo “fácil” y estudiar sólo un idioma. Estudiaría aquel que se me diese mejor. Lo tenía claro, sería profesora de Inglés.

Este verano me he quedado sin equipo de baloncesto, deporte que llevaba practicando desde los cinco años. He pasado un verano sin entrenarme, sin botar la pelota, sin sentir en mis propias carnes la euforia de las victorias y el dolor de las derrotas, y me di cuenta de lo mucho que amo el deporte en general, no sólo el baloncesto.

Volvieron los pensamientos de ser periodista, pero especializada en deportes. Lo tenía casi claro hasta que comprendí que no había nada en esa carrera relacionado con la tercera cosa que más me gusta (tras la música y el deporte); los idiomas.

Me informé sobre tres carreras: “Traducción e Interpretación”, “Lenguas modernas, cultura y comunicación” y “Periodismo”. Y tras mucho pensar, he llegado a la conclusión de que, con dieciséis años, a punto de los diecisiete y a un paso de la Universidad, no sé lo que quiero.
Espero descubrirlo durante este año.

Feliz comienzo de Septiembre y de curso para todos.


PD: Una vez más, lo sé, la entrada no trata de lo habitual en el Blog. He estado intentando escribir sobre la prohibición de las corridas de toros en Catalunya, y también sobre el "Consumismo", pero estoy falta de inspiración y considero que son temas demasiado importantes como para dedicarles una entrada que no contenga una buena argumentación. Así que, (si no les importa, claro) lo dejaré para otra ocasión.