mayo 18, 2010

#11… o reflexiones sin mucho sentido para ti, con demasiado para mí.



Hay días en los que deseo ser como los demás. Me miro en el espejo y veo todo lo que me diferencia de la gente de mi edad.
A veces echo de menos ser normal, pero luego me doy cuenta de lo aburrida que sería mi vida si fuese como el resto, si actuase como un robot dominado por la sociedad… Sé que no quiero así.

Escucho las palabras de la gente que verdaderamente me importa y me doy cuenta de que soy capaz de entenderlas, mientras que el resto se queda perplejo, atónito, sin palabras… no son capaces de entender las cosas que pasan en el mundo pero si saben perfectamente con qué colores combina el rosa palo.
Me dicen que me ponga tacón, un vestido o una falda de flores (“es lo que se lleva este verano”) y no se dan cuenta de que a mi me da igual como vayan vestidos ellos y no me importa lo que piensen de cómo voy yo…
Soy feliz con mis All Star (o “Chuck Taylor’s”, como me gusta llamarlas ahora) de todos los colores, pero en especial con las negras, mis camisetas anchas de grupos de música, mis vaqueros viejos…

Me encanta escribir, hacer artículos para el periódico, el Inglés, el Griego y la Filosofía, y no por ello me considero ni una empollona, ni una friki, simplemente en mi vida tengo otras prioridades diferentes (¡Gracias!) a las tuyas.

Y adoro escuchar música, la prefiero a una mala compañía. Escucho música desde que llego a casa hasta que me voy a dormir, a todas horas. Me mantiene viva, me relaja, me permite desahogarme, me transporta a otro mundo, hace que me evada de este. Me encanta dar paseos con la música a todo volumen.

Soy feliz con todo eso, con un solo de guitarra, con una canción que puedo escuchar una y otra vez sin cansarme. Con The Clash, con los Ramones, con Nirvana, con AC/DC, con Guns’n’Roses. También con los obvios; los Rolling, los Beatles, y, por supuesto con Green Day.

Y, por si queda alguna duda, me da igual que cuando cojan mi iPod no conozcan ni diez grupos de los que allí aparecen. Gracias por no conocer las canciones que me ponen los pelos de punta, gracias por no tararearlas, gracias por no hacerlas populares, gracias por hacer que mis sentimientos sean sólo míos y no de millones de personas más.

Y sí, ya sé que este post no viene a cuento, y no sigue la temática “habitual” del Blog, pero, EH! Nadie te obligó a entrar… ¿Sabes dónde está la puerta? Gracias por tu visita.

mayo 10, 2010

#10…. o no rompas el silencio si no vas a mejorarlo.

Llevaba ya mucho tiempo sin escribir… No sé, de hecho no creo, que esto mejore el silencio, pero necesitaba decirlo.

Cuando una mala noticia va seguida de otra, justo en ese momento, es cuando te das cuenta de que algo no va bien. Desgraciadamente para mí, últimamente todo va mal.
En estos últimos días he recibido tantas malas noticias que creo que no podré soportar ni una más. Algunas pueden parecer tonterías, pero los granos de arena se van acumulando hasta completar un desierto.

Y lo peor es que me he dado cuenta de que echo muchísimo de menos a una persona por la que hace escasamente 6 meses ni me preocuparía. No me gusta recibirlos, pero nunca en mi vida había necesitado tanto sus consejos.




//He went away and then I took a different path,
Remember, whatever, it seems like forever ago...//