Una vez más toca recordar a los que se han ido, una vez más toca llorar a uno de los grandes, una vez más hay que maldecir el día en el que se fue.
Quizá algunos al ver ese nombre no saben a quién me estoy refiriendo.
Pero al ver su foto con su larga melena negra y lisa cubriéndole la cara y con su mirada escondida tras sus gafas, descubriréis que estoy hablando de Joey Ramone.
Por muchos considerado el "alma" de los Ramones, vivió durante muchos años enfrentado con Johnny, guitarrista del grupo. Ambos tenían ideas opuestas (Joey tenía orígenes judíos y Johnny era un admirador de Hitler) y su enfrentamiento alcanzó su punto culminante cuando Johnny se casó con la ex-novia de Joey, quien le dedicó la canción "The KKK took my baby away" (algo así como "El Ku Klux Klan me robó a mi chica").
Tras la disolución de los Ramones en 1996, Joey siguió en el mundo de la música, grabando canciones que se recopilarían en un álbum que vio la luz un año después de su muerte, llamado "Don't Worry About Me" ("No te preocupes por mí"), donde, además, versiona magistralmente "What a wonderful world" del gran Louis Armstrong.
Amante de la buena música hasta en sus últimos días, el vocalista de los Ramones nos dejó escuchando "In a little while" de U2. Moría de un linfoma tal día como hoy hace nueve años, por lo que no pudo ver cómo su gran sueño se cumplía allá por el año 2002. Los Ramones entraban en el paseo de la Fama del Rock.
Hasta aquí mi pequeño recuerdo a este grande de la música Punk-Rock que, sin duda, nos abandonó demasiado pronto.
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