Hoy, 22 de Abril, se celebra en todo el mundo el Día de la Tierra. Este día fue creado para recordar a todo el planeta las consecuencias de la polución y para promover el cuidado del medioambiente.
La primera manifestación fue en 1970, en Estados Unidos, cuna de los movimientos activistas, y contó con más de 20 millones de asistentes. Tras eso, se crearon varios organismos que promulgaban la conservación de la biodiversidad del planeta.
Ha llegado el momento de cambiar. La Revolución Industrial ha quedado ya muy atrás y es hora de comenzar otra: una revolución en la que aprendamos a usar los recursos que nos ofrece nuestro planeta, pero sin acabar con ellos.
Demostramos una vez nuestro egoísmo si no nos damos cuenta de que todo lo que hagamos hoy en el planeta, quedará reflejado durante mucho tiempo, y además de perjudicar nuestro futuro más cercano, perjudicará también a generaciones venideras.
Lo justo sería que esas generaciones se encontrasen el planeta tal y como está ahora, que pudiesen viajar a América del Sur y disfrutar de la Selva del Amazonas, que aquellos que fuesen al polo Norte, pudiesen ver los glaciares, que en verano tomasen el Sol y no soportasen temperaturas extremas a causa del cambio climático. Lo justo es que pudiesen respirar un aire limpio y no contaminado por la polución de coches o fábricas.
Creo que las generaciones futuras merecen disfrutar de estas maravillosas imágenes que nos ofrece este nuestro planeta:
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